futuro por lo que son en sí mismos, sino por el buen empleo que se haga de sus preceptos en las obras á que se apliquen.
La tolerancia en esto, como en todo, constituye la verdadera libertad; y esta es la que necesitaba el arte, y no el licencioso desenfreno, propio de las medianías, que, viendo desechadas algunas reglas que observaron los antiguos, desprecian, sin conocerlas, sus obras inmortales; cierran los libros, y sin alimentar su inteligencia con el estudio de los altos maestros de todas las escuelas, se dán á cubrir de escombros el campo de la literatura.
Las composiciones de Berro reunen todas las condiciones que constituye la belleza de la forma: claridad, sencillez, unidad simbólica; proporcion en las partes, correspondencia entre el estilo y el asunto. —La variedad de metros, de que se abusa tanto, solo la admite cuando la inspiracion la reclama.— Domina sobre todo, en el conjunto de sus obras, esa candidez inimitable que parece hija de la naturaleza.
Bien quisieramos, si este escrito no fuera ya tan estenso, entregarnos á señalar algunas de las pruebas de este juicio; pero cualquiera las hallará, abundantisimas, á la simple lectura del mayor número de las composiciones que encierra el volumen.
Mas que en honor de nuestro amigo, en honor de la Patria, colocamos en la siguiente página, con