¡Adiós, con este viento, la glorieta!...
¡Los claveles, muchachas, los claveles:
quien no vuelva trayendo una maceta
se quedará esta noche sin pasteles.
¡A ver, Florinda, a ver donde pisamos:
las baldosas del patio se hallan flojas
y te salpican toda entera... Vamos,
por ahí no, con cuidado, que de mojas!
Tan a destiempo el resbalón ¿no es cierto?
¡Ah, ese primo, si hubiese andado listo!
¡Y se atreve a decir que ha descubierto
unas cosas más lindas! ¡Lo que ha visto!
¿Reproches? Se ha lucido la lectora.
¡También la otra zonza es tan auteraf
Se ha lucido. ¡Si lo supiese ahora
alguno que yo sé!... ¡Si lo supiera!
Lo hizo de gusto, madre; sí, de gusto:
la empujo adrede ¿sabes? ¡Mentiroso!
¡Por culpa de él la pobre se dio un susto!
¡Y festeja sus gracias, el odioso!...
La rubia... ¡Cómo viene de agitada!
¿Que le ganó a correr a las eternas
despaciosas? ¡Jesús, qué colorada!
¿Será porque al saltar mostró las piernas?
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Poemas Póstumos.