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A Maria
(Enviandole una maquina de coser)
«Con el sudor de tu rostro comerás el pan.»
GENESIS: CAP. III, VERS. 19.
El alma de tu madre cariñosa,
De sus carnales lazos desprendida,
Se elevó á la rejion desconocida
En que mora el Eterno.
Bañadas tus mejillas por el llanto,
Faz á faz con el mundo te encontraste,
Tú, que siempre al calor te cobijaste
Del regazo materno.