1 Este movimiento no es privativo de los paises de la periferia, muy por el contrario también reaparece aunque con otras oonnotarrcias en el mundo desarrollado (ver Teichier, 1997). 2 El desplazamiento intersectorial de la de- manda de empleo hacia el sector servi- cios es denominado como de “terciariza- ción”. En este sentido, los estudios del periodo centraron sus interrogantes en ver si este proceso de terciarización se Iigaba al crecimiento del sector modemo (terciario moderno), o si por el contrario era un sector de actividades heterogéneas y residuales que opera —para algunos sec- tores- como actividad de refugio, evi- delicias parecen abonar esta segunda que se rnani■esta en el crecimiento de una variada gama de ocu- paciones que van desde el cuentapropis- mo, el sobreempim público y el trabajo hasta actividades más próxi- mas al modelo de un terciario modemo como pueden ser los servicio a empresas: consultorías técnicas, servicios de mensajeria y vigilancia o procesamiento informático de datos. Según el estudio de Gallart y otros (1993) entre 1%0 y 1991 Ia PEA ocupada _en el sector industrial ‘pasó de 31, 7 al 25,5 96, mientras que el sector servicios creció de 29,7 a un 46,2 96. 3 La creciente heterogeneidad y segmentación del mercado laboral se fue cristalizando en Ia ■gura del “sector informal‘ o de “economía no registrada”. Bajo esta de- se pueden caracterizar tres grandes grupos de ocupaciones: a) aque- llas actividades independientes de baja productividad y con escasa cali■cación; b) las actividades en microempresas in- dustriaies contratadas por empresas del sector formal, y las actividades encubier- tas desarrolladas en establecimientos for- males; y c) también aquellos trabajos de autoproducción en unidades domésticas para el autoconsumo, y las actividades ilegales como el trá■co de drogas. Este tipo de enfoque, de alguna manera es compiementario a los centrados en la terciarización ya que posibilita identi■car Notas ramente de refugio para sectores despla- zados de aquellas más relacionadas a los sectores modemos de la economia. 4 Los procesos de, terciarización y fragmentación del empleo han contribui- do a deteriorar las condiciones de trabajo, que se manifiesta en el crecimiento de fonnas transitorias ylo eventuales de con- tratación, el aumento de asalariados sin cobertura social o sin registrar dentro establecimientos formales, el deterioro en las remuneraciones y, como dijimos anteriormente, a acentuar la brecha en la distribución social del ingreso. A estas características que asume el empleo se Io denomina "precarización laboral”. 5 En realidad no es que estos rasgos no fueran mencionados en los anteriores estudios sino que la magnitud de estas tendencias no habia tenido las dimensio- nes que luego adquirieron, ni tampoco estas tendencias aparecían con la nitidez actual. Un ejemplo es la desocupación en el GBA que pasó entre 1991 y 1996 de 5,2 al 18 ‘lb, en el marco del crecimiento de la tasa de actividad (40,8 al 44, 9 96) en el mismo período. 6 Entre 196o y 1991 el primer rango (sin inst. y primincompleta) pasó de 18,9 al 10,9 96; el segundo (prim. comp. y secund. incompleta) de 52,4 al 50,8 96; el tercero (sec. completa y sup. incompleta) de 21,5 al 27,4 es y el cuarto (superior completo) de 7,2 al 10,9 %. 7 Según datos del Censo Nacional de Docen- tes y Establecimientos Educativos 94', solamente la ciudad de La Plata contaba con un total de 84 colegios entre públicos y privados, y alrededor de 40.000 alum- nos matriculados. 8 Comparado con el Gran Buenos Aires (EPH/_ abril/96) la distribución del segmento des- ocupado es la siguiente: Sin inst. y Prim. incomp. 9,9 96; Prim. comp. y Secund. lncomp. 57,6 ‘lb; Sec. Completa y Sup. lncomp. 26,4 96 y Sup. Completa 6,0 %. Estos datos muestran que los egresados platenses del nivel medio están más ex- puestos a la situación de desempleo que 137 mejor aquellas ocupaciones que son cla-
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