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La hoja de oro.
En el verde laurel que decora la frente
Que besaron los sueños y pulieron las horas,
Una hoja suscita como la luz naciente
En que entreabren sus ojos de fuego las auroras;
O las solares pompas, o los fastos de Oriente,
Preseas bizantinas diademas de Theodoras,
O la lejana Cólquida que el soñador presiente
Y adonde los jasones dirigirán las proras.
Hoja de oro rojo, mayor es tu valía,
Pues para tus colores imperiales evocas
Con el triunfo de otoño y la sangre del día,
El marfil de las frentes, la brasa de las bocas,
Y la autumnal tristeza de las vírgenes locas
Por la Lujuria, madre de la Melancolía.
Marina.
Como al fletar mi barca con destino a Citeres
Saludara a las olas, contestaron las olas
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