Por lo demás, aunque en esta cuestión y alguna otra disentimos del parecer del Sr. Beato, repetimos que su obra merece la atención de los doctos y puede ser de no escaso provecho como libro de texto, sobre todo si se procura que los alumnos la confronten con otras, de suerte que adquieran el hábito de pensar por sí mismos y no seguir servilmente las opiniones del autor ni las del catedrático, supuesto que la Filosofía es antes que nada ciencia de razón ilustrada y reflexiva.
Apuntes para una historia de la sátira en algunos pueblos de la antigüedad y de la Edad Media. Discursos leídos en el Ateneo Catalán por D. Joaquín Rubio y Ors. Barcelona, 1868. Un tomo en 8.º 250 páginas.
El autor de esta obra, catedrático que ha sido de literatura en la Universidad de Valladolid, y actualmente de historia en la de Barcelona, se ha dado ya á conocer, no solo como poeta catalán con el famoso pseudónimo de Gayter del Llobregat, sino también por varios trabajos referentes á las dos materias cuya enseñanza ha desempeñado. Entre otros publicó no há mucho dos estudios sobre Tácito y Salustio y otro sobre el sentimiento de la naturaleza en los pueblos modernos. El que ahora anunciamos requería en su autor para el perfecto desempeño, además de tacto delicado y de prudencia exquisita, sólidos conocimientos históricos y literarios. Obra de investigación científica, como son poco comunes entre nosotros, no se reduce ni á una árida enumeración de hechos, ni á vagas consideraciones sin base histórica. Es no menos que un ensayo general de la historia de la sátira, y que como tal se diferencia de los demás trabajos concernientes á la materia que se han publicado, monografías que se limitan á tal ó cual país ó á tal ó cual período de tiempo. A la riqueza de hechos reúne la abundancia y trascendencia de consideraciones teóricas, y á la índole científica el atractivo déla exposición, que como de obra destinada á la lectura pública, es algún tanto oratoria. El autor ha acudido de continuo á las fuentes, conforme demuestra á menudo con la rectificación de algunos datos ya conocidos, pero que habían sido expuestos de un modo inexacto ó exagerado: servicio grande hecho á la ciencia, á la cual no tanto interesa la suma de los hechos, como su recta apreciación. Con tanta lucidez como profundidad y amplitud, al mismo tiempo que con suma fijeza de principios y de convicciones, discútelos varios problemas históricos, literarios y morales que le van saliendo al paso. Aunque decidido y franco adversario del espíritu satírico, da muestras de que ha estudiado su asunto con perseverante amor, y en ninguna parte de su libro se nota la huella del cansancio ó del desaliento. Observaremos, finalmente, que ha logrado reproducir con suma corrección los textos latinos y latino-bárbaros, provenzales y franceses, de que ha hecho uso oportuno y sóbrio.
Después de algunas indicaciones de la sátira entre los egipcios, habla con más detención de la de los griegos. Dedica luego un discurso entero á la sátira romana. El tercero trata de los tiempos más oscuros de la Edad Media y de aquella poesía latina ínfima que se designa con el nombre de popular, dando curiosas noticias de los llamados Goliardos. El capítulo siguiente habla de varias costumbres paródicas y burlescas de la Edad Media, y volviendo á la historia de la sátira escrita, de aquella que, como uno de los géneros predi-