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sus herederos han continuado la tirada. Si llega á la conclusión, el Diccionario, monumento de la laboriosidad tenaz de un hombre entregado á sus solos recursos en medio de la indiferencia del público, acaso no será un repertorio bibliográfico como lo tienen algunas literaturas extranjeras; pero prestará un servicio importante mientras se hace otra cosa mejor, cuyo camino además prepara.


Historia de Galicia, por Manuel Murguía. — Tomo II.— Lugo: Soto Freiré, editor. — 1868. — (582 páginas en 4.°)

Cuando, há cerca de un año, dimos cuenta de la aparición del primer tomo de esta Historia, tan lisonjeramente acogido del público, indicamos que una obra de tanto mérito é importancia debería ser, á su conclusión, objeto de un especial, amplio y profundo estudio crítico, sobre todo si el medio y el fin correspondían á su principio, como fundadamente esperábamos. El segundo volumen, que tenemos delante, lejos de obligarnos á abandonar nuestra anterior opinión, nos confirma en ella, acreditando más y más las buenas partes de historiador que posee el señor Murguía, ora consideremos la facilidad y galanura de su estilo, ora atendamos á la sabia contextura del plan, á la rica y selecta erudición antigua y moderna, de que hace oportuno alarde, á los nuevos datos y puntos de vista que ofrece, y á la habilidad con que utiliza los trabajos de los geólogos, filólogos y arqueólogos extranjeros contemporáneos, y los resultados de sus propias exploraciones y descubrimientos, pasados por el crisol de una discreta y elevada crítica. No es su obra una árida é indigesta compilación, sino, por el contrario, un organismo vivo, grande y bello, producto á la vez de la ciencia, de la imaginación y del entusiasmo, dichosamente combinados. Juzgarlo, pues, cual merece, sólo será posible cuando ha ya llegado á su término y remate.

Comprende este tomo los libros II y III, y en ellos el cuadro de la civilización galaica desde el establecimiento de los Semitas hasta el fin del período romano, en cuanto hoy es dado rastrearla á la vaga luz que arrojan los monumentos literarios y arqueológicos pertenecientes ó relativos á aquellas remotas edades. Las colonias semitas, la civilización que aportaron á Galicia, sus explotaciones metalúrgicas en aquel país, con cuyo motivo trata el autor y procura fijar la situación de las Casatérides ó islas del estaño, los monumentos semitas, y particularmente la Torre de Hércules, las colonias griegas y cartaginesas, las guerras púnicas, las luchas de los Lusitanos con Roma hasta el Gobierno de Galba, las guerras viriáticas, las expediciones de Decio Junio Bruto el Galáico y de Julio César, la parte que los Gallegos tomaron en las contiendas civiles entre César y Pompejo, y en la guerra cantábrica, su defensa y heróico sacrificio en el monte Medulio, y su definitiva sumisión al Imperio romano constituyen la materia del libro II. Versa el III sobre la geografía de la Galicia romana, dando á conocer las tribus que la poblaban y sus ciudades principales, sin olvidarse de los ríos, promontorios é islas de que dejaron noticia los escritores antiguos, sobre las modificaciones hechas por Augusto en aquella comarca, y su estado social y político bajo los Césares, y sobre la introducción del Cristianismo por el Apóstol Santiago, los mártires gallegos, los orígenes de las iglesias de Galicia,