Página:R.E.-Tomo XV-Nro.60-Id.01.djvu/4

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
500 — La Guerra
II.

Ignoramos si la guerra puede ser suprimida de un modo definitivo en las relaciones de unos pueblos con otros. La historia, único criterio que tiene el hombre pensador para hacer conjeturas acerca de lo porvenir, deduciéndolas de las lecciones y las experiencias de lo pasado, no nos presenta en sus muchas páginas ejemplo alguno de un estado social en que la paz no haya tenido que temer verse remplazada á cada momento por la guerra. El dia en que la guerra pudiese ser considerada como imposible ya para siempre, la historia de la humanidad seria una cosa enteramente distinta de lo que ha sido sin interrupción desde su principio hasta nuestros dias. No sabemos lo que entonces podria ser el hombre; pero seguramente no seria lo que hasta aqui; ignoramos con qué se escribiria su historia, que hasta ahora siempre se escribió con sangre.

El primer hombre que tuvo un hermano, fué el primer fratricida; el primero, de quien se sabe que fué más fuerte y más poderoso que sus vecinos, fué el primer conquistador. Y las series de los fratricidas y de los conquistadores, inaugurados por Cain y por Nemrod, no se han interrumpido hasta nuestros dias, ni vemos próxima la época en que concluirán.

Cierto es que en los tiempos modernos las guerras son cada vez ó menos frecuentes, ó menos largas y desastrosas, y no parece que vuelvan á adquirir el carácter de universal matanza y destrucción que tenian las de los pueblos antiguos, y especialmente las que dieron fin al Imperio romano y principio á las naciones cristianas; pero, no porque haya cambiado de carácter, ha dejado de subsistir inalterable en su esencia la costumbre de la guerra. Por lo mismo que es un hecho universal y constante, han sido tan diversas sus condiciones como las circunstancias de cada época. Los siglos creyentes y piadosos emprenden guerras de religión; las razas poderosas y soberbias se arrojan á la guerra por vanagloria y por espíritu de conquista; los pueblos mercantiles y dados al cultivo de los intereses materiales, hacen la guerra cuando de algún modo favorece el desarrollo de su riqueza.

Y cuando los pueblos no combaten unos con otros, se fraccionan