Página:Ramos de violetas.djvu/155

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
153
Ramos de violetas

si éste estudia, compara y adelanta.
Dios quiere á todos los humanos seres,
para todos su sombra se levanta:
para él no hay dictadores, ni oprimidos,
para él no hay vencedores, ni vencidos.


No hay más que amor al hombre por el hombre,
amor que la instrucción lo simboliza,
la que le dice al ciego: — «No te asombre
si tu mirada aqui no profundiza.»
La que le dice al mudo: — «Tienes nombre,
pronúnciale conmigo, vocaliza,
yo quiero reanimar tu pensamiento,
quiero que sientas tú como yo siento.»


¡Sordo-mudos y ciegos! vuestra mente
que nunca olvide que debió á la ciencia,
el conocer la causa inteligente
ese porque llamado Providencia.
Que gratitud profunda, noble, ardiente,
en el fondo guardeis de la conciencia,
Y á los hombres que tanto os han querido
no los recompenseis con el olvido.


Después de Dios, á quien debeis la vida,
ellos son vuestros genios protectores,
los que os dieron el punto de partida,
los que en vuestro arenal sembraron flores.
¡El gérmen de esperanza bendecida!
¡La luz de inextinguibles resplandores!
Recordad siempre sus sagrados nombres,
¡y os hareis dignos de tan grandes hombres!


1874.