historia de los siglos, queremos os convenzais de la existencia de Dios, y que seais como Santo Tomás, que solo viendo y tocando creyó.»
Dice Roque Barcia: «Sembrad ideas y recogereis hombres.» Este profundo pensamiento encierra todas las tendencias de las revoluciones sociales: todos los adelantos á que está llamada la humanidad; y á los espiritistas les estaba reservado dar el gran paso en la senda del progreso.
Actualmente se discute en la sociedad espiritista española, las bases fundamentales del Espiritismo y las teorías del bien y del mal.
Las escuelas católica y materialista impugnan los principios de la religión única, de la religión que no rechaza la razón, y que será la estrella polar que lleve al puerto de salvación á las generaciones futuras.
Los católicos romanos encerrados en un círculo muy pequeño, parapetados en su fé ciega y en sus fanáticos misterios, no pueden sostener con ventaja la lucha de las ideas.
¿Cómo han de sostenerla los que no han tenido más argumentos para convencer á sus víctimas, que llevarlas al pie de las hogueras y decirles: ¡Cree ó muere!...
Les falta lógica, les faltan pruebas para