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RATÓN PÉREZ
los trapos miserables que le cubrían, y pegada la preciosa carita al seno de su madre, para buscar allí un poco de calor, angustiósele el corazón de pena y de asombro, y rompió á llorar amargamente.
¡Pero si él nunca había visto eso!... ¿Cómo era posible que no hubiese él sa
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