Esta página ha sido corregida
Francisco Sosa.
LA PARTIDA.
Del mar azul en la extensión la luna
Su luz difunde placentera y grata;
Como en espejo de luciente plata
Se mira reflejar sin mancha alguna.
En tanto, de la mísera fortuna
La rueda siempre veleidosa, ingrata,
Prosigue su girar, y me arrebata
A la beldad que amé como á ninguna.
Hiende las olas la velera nave
Que al alma roba su mejor tesoro,
A la que canta como trina el ave.
Y al ver que párte la mujer que adoro,
El dardo siento de la pena grave
Y el mar aumento con mi triste lloro.
111