Esta página ha sido corregida
Recuerdos.
A CLEMENTINA.
En la llanura inmensa de los mares
Suelen dos barcas que lanzó el destino
Con rumbo opuesto, hallarse en el camino
Arrostrando una y otra sus azares.
Los nautas, olvidando sus pesares,
Entonan con acento peregrino
Su más dulce canción; mas ¡ay! el lino
A hincharse vuelve, y cesan los cantares.
Y un ADIÓS nada más; pero tan triste
Como un suspiro que arrebata el viento.
Se dicen con dolor y al mar se entregan.
Así, hermosa, en mi senda apareciste,
Y hoy nuestras barcas, juntas un momento,
Con rumbo opuesto por mi mal navegan.
28