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Recuerdos.
EL FUNERAL DE MI MADRE.
La postrera oración bajo la nave
Del espacioso templo resonaba,
Y el concurso, apenado, se alejaba
Con paso lento, silencioso y grave.
En la alta torre, su graznido el ave
Al ver cerrar el féretro lanzaba,
Y por única prenda me quedaba
De aquel bruñido féretro la llave.
Al peso de tan rudas emociones
En horrible letargo me adormia
Y volaba á otros mundos ignorados....
Y ya no supe más; de los blandones
El resplandor siniestro ya no heria
Mis tristes ojos de llorar cansados.
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