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Francisco Sosa.
LA CAZA.
¡Cuán alegre y feliz sobre la rama
De roble erguido que respeta el viento,
Gozosa lanza su amoroso acento
Canora el ave que á su dueño llama!
En tanto fiero el hombre que proclama
Ser rey del Universo, y es portento
De bondad y saber y sentimiento,
A quien la sacra inspiración inflama,
Siente envidia tal vez de un sér dichoso,
Su trino placentero le lastima
Y le recuerda de su amor la suerte.
Prepara el arma, y luego, cauteloso,
Oculto entre las hojas, se aproxima
Y al ave encantadora da la muerte.
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