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Francisco Sosa.
CANTA!
Tal como suele de la noche umbría
Interrumpir el ruiseñor canoro
La calma y soledad, con el sonoro
Canto de amores que á su bien envía;
Como vaga en los bosques la armonía
De arpadas aves en amable coro,
Llegó á mí tu voz, y allí un tesoro
Hallé de encantos para el alma mía.
¡Oh niña hermosa! si cantando hiciste
Latir mi corazón endurecido
Por las tormentas del pasado triste,
Canta otra vez y del placer perdido
Las horas volverán, pues nada existe
Cual de tu voz angélica el sonido.
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