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Francisco Sosa.
AYER Y HOY.
Ayer los dias en mazmorra oscura
Miraba trascurrir con faz serena,
Pues él no ignora que la vida llena
Se encuentra de tormentos y amargura.
Hoy que en el sólio del poder fulgura,
Que está de miel henchida la colmena,
La torpe adulación ¡cómo le atruena!;
De él ya no se huye cual de lepra impura.
Dejad que yo me aparte; contamina
Del necio adulador la sucia mano,
O hiere como infame guillotina.
Llevadme donde el rostro soberano
Ostente hermosa la verdad divina,
Do el hombre no se arrastre cual gusano.
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