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56 MARY REGA MOLINA
por aquellos caminos, cintas maravillosas,
que anudan las estrellas con tus fragantes rosas; el lloro de tus sauces, sin lágrimas; y el trino del pájaro que esmalta con su plumaje el pino!
Te entraste por mis ojos; te entraste por mi oído; por el camino angosto de mi verso, pulido
en las brillantes guijas de tu azulada sierra. Para más mío hacerte, mi cuerpo se hace tierra, mi sangre, agua purísima; mi corazón la lumbre que calca, iluminada, la estampa de la Cumbre!
