vieron como lleuauan muchos indios en cadenas, y desto se alteraron los que con nosotros venian y algunos dellos se boluieron para dar auiso por la tierra como venian christianos, y muchos mas hizieran esto si nosotros no les dixeramos que no lo hiziessen ni tuuiessen temor, y con esto se asseguraron y holgaron mucho. Venian entonces con nosotros indios de cien leguas de alli y no podiamos acabar con ellos que se boluiessen a sus casas, y por assegurarlos dormimos aquella noche alli, y otro dia caminamos y dormimos en el camino. Y el siguiente dia los que auiamos embiado por mensageros nos guiaron adonde ellos auian visto los christianos, y llegados a hora de visperas vimos claramente que auian dicho la verdad y conoscimos la gente que era de a cauallo, por las estacas en que los cauallos auian estado atados. Desde aqui, que se llama el rio de Petutan, hasta el rio donde llego Diego de Guzman, puede auer hasta el desde donde supimos de christianos, ochenta leguas. Y desde alli al pueblo donde nos tomaron las aguas, doze leguas. Y desde alli hasta la mar del Sur auia doze leguas. Por toda esta tierra, donde alcançan sierras vimos grandes muestras de oro y alcohol, hierro, cobre y otros metales. Por donde estan las casas de assiento es caliente, tanto que por Enero haze gran calor. Desde alli hazia el Mediodia de la tierra, que es despoblada hasta la mar del Norte, es muy desastrada y pobre, donde passamos grande e increyble hambre. Y los que por aquella tierra habitan y andan es gente crudelissima y de muy mala inclinacion y costum-
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