de mas autoridad de el pueblo despues de el Mandon, y no era, ni es tenido por ofizio bil entre ellos, porque no pregona como hombre comun que dize raçon ajena, sino como persona que manda, trae a la memoria o adbierte aquellas cossas que está obligada hazer, o a guardar la republica; y el dia de la caza, si no salian todos los que eran obligados a ir a ella, acusaban a los remisos, y lo mesmo hazian quando se pregonaban sus juegos, y exerziçios, y los acusados y culpados en la omision subian por mandamiento de el que los gouernaba, a el primer suelo y corredor de la casa (que en todos quatro o zinco altos tienen sus corredores) y alli los ponian vnas pocas de pajas, o palillos ardiendo, y con esto se iban, y no hauia mas castigo, ni le tenian por delito y maldades que cometian, y quando mas, al que de todo punto era ynouediente le cortaban vna mecha de los cauellos, y esto tenian, y aun oi lo tienen, por suma afrenta.
Ni aun biviendo en su gentilidad no sauian que cosa era hurtar, y todo quanto allaban, aunque fuese mui apetezible y de su gusto y aunque nadie supiese quien lo auia allado, buscaban luego a su dueño para entregarselo, y esta uirtud moral de no apetezer lo ajeno se a uerificado casi comunmente en todas aquellas naziones de indios despues que los españoles estan entre ellos, porque cossas que se les an perdido y las an allado los indios, se las an buelto, buscando con toda diligenzia a sus dueños.
Y si algunas bezes rouan o talan en la guerra o fuera de ella, no lo azen por apetenzia de hur-