arañandole con vnos como a modo de peynes de madera le dejauan desgarradas y desolladas por muchas partes las carnes, y estas eran sus penitenzias y rogatibas para que llobiese.
De los diuertimientos que aquesta gente tenia era el prinzipal sus mitotes o bayles, y para salir a ellos se bestian muy galanos, asi hombres como mugeres, con mantas muy bien pintadas y labradas de diuersos colores, que las texian, labrauan y pintauan los hombres, porque las mugeres no se enseñaban a ello, y asi no se ocupauan en essas lauores; y asi vestidos y engalanados salian al bayle los de cada varrio de por si; y abia entre aquellos yndios grandissimos echiceros, y tambien las mugeres vsauan mil superstiziones y embustes, y con arina y plumas que echauan sobre vnas piedras toscas que ponian lebantadas conseguian que los yndios las diessen mantas y todas otras qualesquiera cossas que se las antojaua pedirles y beian que tenian para poder darlas.
Nunca entre ellos a hauido cosa partida, en tanto grado que aunque hubiesse qualquiera en la mano aquello que mas gusto le diesse, y llegasse otro y se lo quitasse, se lo dejaua lleuar sin que por eso se enojasse, porque, como dijimos, rara vez o nunca rreñian los de vna nazion o linage vnos con otros entre si, y de esto se a echo prueba despues muchas vezes, que pretendiendo nuestros españoles reuoluerlos para colerizarlos y desauenirlos, nunca pudieron sacar de su passo aquella natural mansedumbre, ni inzitarlos a que se destemplassen ni enojassen vnos con otros; antes por
