chos indios principales que auian venido a pedirle ayuda y socorro para defender y amparar sus pue- blos de dos indios principales que se dezian Gua- (^aniy Atabare con todos sus parientes y valedores, y les hazian la guerra crudamente a fuego y a san- gre y les quemauan sus pueblos y les corrían la tierra diziendo que los matarían y destruyrian si no se juntauan con ellos para matar y destruyr y hechar de la tierra a los christianos, y que el anda- na entreteniendo y temporizando con los indios hasta le hazer saber lo que passaua para que pro- ueyesse en ello lo que conuiniesse, porque allende de lo susodicho los indios no le trayan ningún bas- timento por tenerlos tomados los contrarios los passos. Y los españoles que estañan en los nauios padescian mucha hambre.
Y vista la carta de Gonzalo de Mendoza mando el gouernador llamar a los írayles y clérigos y oficiales de Su Magestad y a los capitanes, los qua- les fueron juntos y les hizo leer la carta, y vista les pidió que le diessen parescer lo que sobre ello les páresela que se deuia de hazer, conformándose con la instrucion de Su Magestad, la qual le fue ley da en su presencia, y que conformándose con ella le diessen su parescer de lo que deuia de hazer y que mas conuiniesse al seruicio de Su Magestad; los quales dixeron que pues los dichos indios hazian la guerra contra los christianos y contra los natu- rales vassallos de Su Magestad, que su parescer de- llos era y assi lo dauan y dieron y firmaron de sus nombres, que deuia manda embiar gente de guerra contra ellos y requerirles primero con la paz, aper-