raron alli los vergantines y canoas hasta hablar aquellos indios y assegurarlos y tomar dellos aniso de las generaciones de adelante, y salieron en tie- rra algunos christianos por su mandado, porque los indios de la tierra los llamauan y se venian para ellos, y llegados a los vergantines entraron en ellos hasta seys de los mismos Guaxarapos, a los quales hablo con la lengua y les dixo lo que auia dicho a los otros del rio abaxo, para que die»^ ssen la obediencia a Su Magestad, y que dándola el los ternia por amigos, y ansi la dieron todos y en- tre ellos auia vn principal y por ello el gouerna- dor les dio de sus rescates y les ofrescio que haria por ellos todo lo que pudiesse. Y cerca destos in- dios, en aquel paraje do el gouernador estaua con los indios, estaua otro rio que venia por la tierra adentro, que seria tan ancho como la mitad del rio Paraguay, mas corda con tanta fuerza el agua que era espanto y este rio desaguaua en el Paraguay ciue venia de hazia el Brasil y era por donde dizen los antiguos que vino Garcia el portugués e hizo guerra por aquella tierra y auia entrado por ella con muchos indios y le auian hecho muy gran gue- rra en ella y destruydo muchas poblaciones y no traya consigo mas de cinco christianos y toda la otra eran indios, y los indios dixeron que nunca mas lo auian visto boluer, y tra3'a consigo vn mu- lato que se llamaua Pacheco, el qual boluio a la tierra de Guaraní y el mismo Gua^ani le mato alli y el Garcia se boluio al Brasil, y que destos Gua- raníes que fueron con Garcia auian quedado mu- chos perdidos por la tierra adentro y que por alli
