■enemigos y les haria ^uerra. Lo qual les aperci- bió y dixo estando presentes los clérigos y ofi- ciales, y luego les dio bonetes colorados y otras cosas, y prometieron de nueuo de tener por -ami- gos a los christianos y echar de su tierra a los in- dios que auian venido contra ellos, que eran los Guaxarapos y otras generaciones. Dende a dos dias que el gouernador ouo llegado al puerto de los Reyes, como se hallo con tanta gente de espa- ñoles e indios, }' esperaua con ellos tener gran ne- cessidad de hambre, porque a todos auia de dar de comer y en toda la tierra no auia mas bastimento de lo que el tenia en los vergantines que estauan en el puerto, lo qual estaua (1) muy tasado y no auia para mas de diez o doze dias para toda la gente, que eran entre christianos e indios mas de tres mil, y visto tan gran necessidad y peligro de mo- rirsele toda la gente, mando llamar todas las len- guas y mandolas que por los lugares cercanos a ellos le fuessen a buscar algunos bastimentos mer- cados por sus rescates, y para ello les dio muchos, los quales fueron y no hallaron ningunos. Y visto esto mando llamar a los indios principales de la tierra y preguntóles adonde aurian por sus resca- tes bastimentos; los quales dixeron que a nueue leguas de alli estauan en la ribera de vnas grandes lagunas vnos indios que se llaman Arianicosies, y que estos tienen muchos bastimentos en gran abundancia, y que estos harian lo que fuesse me- nester.
(I) En la edición de 1 555: estateaua.
