ningún daño, y que les pagaría los bastimentos que en sus casas les auian tomado quando ellos huyeron, lo qual no auian querido hazer, antes auian venido a les dar guerra adonde tenían assentado el real, y auian quemado mucha parte dellas, y que hazian llamamiento de otras muchas generaciones de indios para venir a matarlos, y que ansi lo dezian no dexauan de venir a les ha- zer todo el daño que podían. El gouernador le embio a mandar que trabajasse y procurasse de tornar los indios a sus casas y no les consintiesse hazer ningún mal ni daño, ni guerra, antes les pa- gasse todos los bastimentos que les auian tomado y les dexassen en paz y fuessen a buscar los basti- mentos por otras partes, y luego le torno a anisar el capitán como los auia embiado a llamar y asse- gurar para que se boluiessen a sus casas, y que les tenia por amigos y que no les haria mal y los trataria bien, lo qual no quisieron hazer, antes continuo vinieron a hazerle guerra y todo el daño que podian, con otras generaciones de indios que auian llamado para ello, assi de los Guaxarapos y Guatos, enemigos nuestros, que se auian juntado con ellos.
CAPITULO SESENTA Y NUEUE
DE COMO VINO DE LA ENTRADA EL CAPITÁN FRANCISCO DE RIBERA
A veynte dias del mes de Henero del año de quinientos y quarenta y quatro años vino el capi- tán Francisco de Ribera con los seys españoles