dres Dorantes, con quarenta y ocho hombres, y otra dio a dos capitanes que se llamauan Tellez y Peñalosa, con quarenta y siete hombres. La otra dio al Veedor y a mi, con quarenta y nueue hombres; y despues de embarcados los bastimentos y ropa no quedó a las varcas mas de vn xeme de bordo fuera del agua, y allende desto yuamos tan apretados que no nos podiamos menear, y tanto puede la necessidad que nos hizo auenturar a yr desta manera y meternos en vna mar tan trabajosa y sin tener noticia de la arte del marear ninguno de los que alli yuan.
Aquella baya de donde partimos ha por nombre la baya de Cauallos, y anduuimos siete dias por aquellos ancones, entrados en el agua hasta la cinta, sin señal de ver ninguna cosa de costa, y al cabo dellos llegamos a vna ysla que estaua cerca de la tierra. Mi varca yua delante, y della vimos venir cinco canoas de indios, los quales las desampararon y nos las dexaron en las manos, viendo que yuamos a ellas; las otras varcas passaron adelante y dieron en vnas casas de la misma ysla, donde hallamos muchas liças y hueuos dellas, que estauan secas, que fue muy gran remedio para la necessidad que lleuauamos. Despues de tomadas