Página:Relaciones sanas.pdf/44

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

como una tonta desde luego no ayuda en nada. De hecho, las personas que ejercen violencia tratan de aislar a la pareja para poder ejercer su control de una forma más eficaz, sin tener la oposición de otros y otras que podrían proteger a la víctima y cuestionarlos o cuestionarlas. Lo peor es que este control se disfraza tan bien de amor y de preocupación que en ocasiones es muy difícil identificarlo. Se preguntarán: «¿Qué me cuesta decirle con quién voy? Es normal que me pregunte si se preocupa por mí. Y, claro, me pide la ubicación porque es más fácil, por si me pasa algo sabe dónde ando. También es normal que me diga que no salga con mis amigos o amigas, esos que son tan malas compañías y que no comprenden nuestro amor…». Y así seguimos y seguimos, y cuando nos damos cuenta, pensamos que ya es tarde. Pero esto no es cierto, nunca es tarde.

El salir de una relación dañina puede verse en distintas etapas de cambio. Las etapas de cambio son los momentos que puede tener una persona frente a un problema. Cuando se tiene una dificultad es posible que en una primera instancia se la niegue. Por ejemplo, cuando, a pesar de presentar diferentes indicadores bien claros, seguimos diciendo que no, que nosotros o nosotras no estamos viviendo violencia. En nuestra experiencia, nos hemos percatado de que muchos y muchas jóvenes que afirman estar sufriendo algunos episodios de distintos tipos de violencia, luego, al preguntarles si se sienten maltratados o maltratadas, indican que no; de hecho, conversando, llegan a decirnos que eso es «de viejas». La negación puede ser un mecanismo de defensa porque, insistimos, es muy fuerte darse cuenta de que uno o una vive violencia. Y acá hay que tener cuidado. Puede ser que la persona que sufre violencia te diga que no es así, no porque no se dé cuenta, sino porque teme las represalias
46