voluntad, cuando se posee la inteligencia necesaria.
Y bien, he ahí la razón por qué la sorpresa que ha producido León Saldivar ha sido verdadera y gratí- sima; verdadera, porque el progreso visible éntreos- te y el primer libro es inmenso ; gratísima, porque se nota el esfuerzo inteligente del escritor por aprove- char, en la medida que juzga opurtuna, de las indica- ciones que la critica le hiciera entonces. Esto sólo justificaría hoy la aseveración de que el autor llegará á ser un novelista de primera fuerza, y de que puede saludársele ya como á un escritor nacional, que ilus- trará las letras de su patria.
Y si esto constituye en nuestro leal entender un al- to honor, no es menos cierto que, considerándolo en- tre ^Mos fuertes^', la crítica se encuentre obligada á usar de menos miramientos, y á señalar dónde se en- cuentran los defectos, segura de que el autor es de la raza de aquellos que consideran que en la milicia de esta vida, el hombre es un soldado obligado á retem- plar continuamente sus armas, so pena de ser venci- do en la primera oportunidad, si se permite el más le- ve descuido.