van ó transforman, como las hojas y las flores ".
Abramos aquí un paréntesis y detengámonos un momento en lo que hemos llamado "el fondo del cuadro". León Saldivar traza de Buenos Aires, y del Buenos Aires nocturno, pinturas verdaderamente inolvidables. Se va perdiendo ya la memoria de lo que es esta ciudad en tal ó cual época, porque sus transformaciones son tan radicales y tan rápidas, que sorprenden al más prevenido.
¿Cuál era, pues, el Buenos Aires en que se desarrolla esta novela ?
Que Buenos Aires es una ciudad grande, fuera de duda está, pero tampoco niega nadie que no es, por cierto, una gran ciudad. Contemplada desde el rio, sobre todo cuando se aproxima el observador viniendo de balizas exteriores, presenta Buenos Aires un aspecto, no ya hermoso, sino verdaderamente espléndido. Situada la ciudad en una extensión increible de la costa, tanto que para el observador sus confines se pierden en las brumas del horizonte, se extiende tan desmesuradamente tierra adentro, que no