Ante todo: ¿quién es el doctor Obarrio? ¿se halla preparado para desempeñar la tarea del comentador?
No es mi ánimo trazar la biografía del doctor Oba- rrio, ni analizar menudamente sus buenas como sus malas cualidades. Conñeso que procedo un poco sin el debido método, agolpando datos y recordando de- talles que servirán más tarde al verdadero crítico.
El doctor don Manuel Obarrio es de aquellos que, según el poeta, han pasado el clásico mezzo dal ca- min di nostra vita; nació el 27 de marzo de 1836, graduándose á los 20 años, si bien se recibió de abo- gado recién en 1859, en aquella memorable sesión de la extinguida Academia que tanto ruido hizo, á juzgar por el encomiástico artículo que al respecto publicara entonces El Foro. Había pronunciado el discurso de apertura de las sesiones de la Academia en 1858, entre el del doctor don Manuel Quintana ( 1 8 5 7 ) y el del doctor don Nicolás Avellaneda ( 1 8 5 9 ) .
Los abogados de la época recuerdan con agrado la benéfica influencia de la Academia teórico-práctica de Jurisprudencia y del Colegio de Abogados: el