ciendo poco á poco, no quedando de la ardiente lava sino casi apagadas cenizas.
Y en medio de esas convulsiones lógicas, irremediables, el desarrollo ha sido tal, el progreso ha alcanzado un desenvolvimiento tal, que hoy día la América es el país de las maravillas, el país del cosmopolitismo, la fragua del porvenir!...
Se vé, pues, qué increible multiplicidad de problemas solicitan imperiosamente ser estudiados, ser profundizados; se comprende qué interés tan vivo tienen las viejas sociedades en conocer á fondo este mundo nuevo, se alcanza la razón de ser del movimiento americanista, y se comprende que cerniéndose en las regiones elevadas de la ciencia, haya pasado algo desapercibido para nosotros los americanos, á quienes más que á nadie interesa.
Ahora bien, {cuál ha sido el movimiento americanista en Europa? ¿qué resultado ha producido? ¿qué repercusión ha tenido en América ?
Hace 24 años, un grupo de sabios distinguidos se reunía en París con el objeto de formar una sociedad de arqueólogos, geógrafos, historiadores y viajeros que bajo el nombre de Sociedad Americana de Francia, contribuyera al progreso de la etnografía, de la lingüística, de la geografía, y de la historia civil y natural del Nuevo Mundo.