roltar en un artículo incidental teorías generales.
Fué en vista de ese inconveniente que Demolombe prefirió escribir una serie de tratados separados en vez de un curso exegético puro: —"esa combinación, dice él, me ha permitido, al mismo tiempo que con- servaba á mi obra la unidad que me había esforzado por darle, consagrar á cada materia un estudio más detallado y más completo”. Á pesar de que la obra del doctor Obarrio podría considerarse como una se- rie de tratados especiales (el tomo 1, Las personas del comercio, y el 1 El mandato y la comisión; sin embargo, el autor sigue demasiado estrictamente al Código, artículo por artículo, para tener la liber- tad de desenvolver ámpliamente sus teorías en pre- facios ó bajo rubros generales.
El Comentario del doctor Obarrio está escrito con criterio elevado, revelando en su desarrollo y en sus conclusiones, esa firmeza que sólo da la propia y personal convicción, fruto de larga labor y detenida meditación. Estudia con claridad las cuestiones, y expone con acierto el estado actual de la doctrina, proponiendo todas aquellas perfecciones de detalle ó cambio de fondo que la lógica sugiere. Es un libro cuya lectura enseña, pero con demasiados de- talles—y en esto está, quizá, su principal defecto. Delvincourt, como es sabido, tuvo por sistema no