492 RESEÑAS Y CRÍTICAS
Si la comitiva no fué más numerosa, es indudablemente á causa del incómodo viaje de cinco horas en ferrocarril, y porque todos, de frac ó uniforme, debían así pasar el día entero, pues salidos á las 9 de París, llegaron á la una y media al Havre, allí hubo no interrumpidas ceremonias de una parte á otra, y á las 5 debían nuevamente tomar el tren, hasta las diez de la noche. Era pedir mucho de personas ocupadas unas, delicadas otras. Se pro- yectó celebrar la ceremonia en la iglesia de la Madeleine en París» donde hubieran seguramente asistido no sólo todos los americanos, sino sus numerosas familias, el cuerpo diplomático extranjero, y los representantes del gobierno francés. La ceremonia habría sido de un esplendor inusitado. Pero este brillante proyecto se abandonó á causatde la traslación del féretro en seguida al Havre, conjeturándose, y no sin alguna razón, que serían pocos los que lo acompañarían, causa por la cual la entrega oficial de los restos no tendría toda la solemnidad deseable.
El hecho es que la comitiva llegó al Havre cerca de las dos de la tarde, fatigada en extremo por el viaje, pues sólo en Rouen se detuvieron para tomar un ligero lunch. Algunas legaciones, como la del Uruguay, estaban todas de gran uniforme, en otras;