PATRIOTISMO Y AMOR FILIAL
La abnegada y virtuosa señorita de quien va- mos á ocupamos, no ha descollado por niagún he- £ho marcial como la mayoría de las damas que fign- ran en este libro, pero ha tenido valor bastante pa- ra mirar impasible la muerte y presentarnos un ejanplo, poro comán, de patriotismo y amor filial.
Después de la batalla de Rancagua, ganada por Osorio, los más notables patriotas chilenos fueron deportados á la Isla de Tuan Fernández, sin permi- tirseles más que ne ración de soldado por persona ando Á sus esposas É hijas el comsuclo de semapañarlos en su cantivorio.
Una sol* mujer, la señorita Doña Rosario Rosí- dos, purlo vencer las difienltades que se presentaban y loeró acompañar al autor de sos días, el septna- genario Don Juan Karique Rosales. Contrariamdo la arden expresa de éste, que temía aumentar sus pesares von el espectáculo de los padecimientos de abtuvo á fuerza de ruegos y de lágri se le permitiese seguir á su padre, ciudadano bene- mérito y respetable que había llenado los primeros
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