LAS GEORGIANAS DE AMERICA 151
ir 4 las señoras una proclama, exhortándolas á que se «ocidan por la causa del Rey de España y se preparen 4 reribirle con su tropa,
¡No faltaba d0ás! Iodiguadas goncrosis gua- vagrule: por tanto atrevimiento y felonía, ron- testaroo tan insultante papel en los siguientes tér- minos;
¡Traidor! Aún te ntreres d prolirmciór los 1om- bres de ta inocencia y rl pudor. despuiz de haber profenado este sucto con tus crímenes?
¡Cobarde! Las pequeñas faligas de una marcha corta, te atreves á poner en consideración de un sexo que las conoce yy las desprecia?
¡Hombre detestable! Tit leuguaje es igual dá tus intenciones y el desorden de tus palabras igual á da desorganización de tu alma corrompida, Huya pa- va siempre de cila la victoria, que sería el trienfo de loz vicios, y antes de experimentar ese día de horror, pereciendo el último de sus defensores, las demas á quienes hablas, encendiendo con sus pro- pias manos esta ciudad, sopultarán su honor y su decoro en Has eciizas de Gueyaguit”. Acosta 18 pE 1821
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o días después esta hermosa página que tu el temple viril de las hijas del Gunyas, estam- pábase en El Patriota de esa Cindad. Sabedor «e ello el enharde traidor López éste no se atrevió 4 pe- netrar en Guayaquil, perfectamente convencido de «que si lo intentaba, ardería por $us enatro costados la Smirna Americana,
Tan sublime rasgo de patriotismo, legá el num- bre de las gnayaruileñas á la posteridad!
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