= PAGINAS INMORTALES
cional, que venía á ser como un anteproyecto de clavar jalones de libertad, de progreso, de iudepen- dencia por todo el continente, desde las selvas me- xicanas hasta las pampas argentinas, tenía lugar entre nosetros, en el vvartel de Patricios, una escena de civismo impresionante y que, como una revela- ción. vino á demostrar cuál era el verdadero espíri- tu, el temple de ¿Ilma de la mujer porteña un poro antes que la gran jornada redeniora de Mayo tra- dujeri en hechos reales las sublimes aspiraciones que palpitaban en cada corazón americano,
Y fíné 4 una mujer, ¡la más bella mujer de sn tieinpo! Doña Juana Pueyrredón de Sáenz Valien- te, á quien cupo la gloria de revelarse precursora de la independencia argentina, actuando sin inspi- raciones agenas ni otro mandato que el de su cora- zón, en un episodio que invo por origen la prisión desu hermano el Comandante Don Juan Martín Pueyrrerión, uno de loz militares que más aptitudes había demostrado en las invasiones inglesas y que confirmó más tarde en las ernentas luchas por la emancipación americana.
Motivo de su prisión era el ascendiente que el brioso comandante había logrado en los últimos tiempos sobre sus compatriotas, ascendiente que le hizo sospechoso á los realistas, por lo que el Virrey Cisneros determinó enviarlo á España bajo partida ale registro.
Apenas circuló la noticia de hallarse preso en el Cuartel de Patricios —escribe el General Guido vu su Reseña histórica—su hermana Doña Juana Pueyrredón de Sáeuz Valiente, matrona de allas prendas, se presentó á la guardia que le eustodiaba
