Página:Reusmann paginas inmortales.djvu/56

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

Ed PAGINAS INMORTALES

La única vez que los españoles lograron penetrar al Tucumán (1812) ¿no se debió, en mucha parte, la victoria que sobre ellos se obtuvo, á la cooperación de sus denodadas hijas? Mo se las vió en grupos de á caballo recorrer los campamentos y extilar el en- tusiasmo de los defensores de la Patria?

Jamás se olvidará la decisión á toda prueba que siempre manifestaron por la causa de la indepen- dencia las señoras «de Araoz, Molina, Garmendia y otras! De esta última cuéntase, entre varias, la si- guiente anécdota, que demuestra el grado de pa- triotismo de las damas tucumanas,

Algunas horas antes de la famosa batalla de Tu- cumán (24 dle Septiembre de 1812) en la que el Ge- neral Belgrano se cubrió de gloria con su cuballería gaucha, el General en Jefe del Ejército grande, (eo- mo pomposamente se titulaba Tristán) encontró medio de hacer llegar á manos del señor Don José 1, Garmendia—español de nacimiento, pero adicto á lá causa de la Revolución—una esquela en la que, tratándolo familiarmente, pues cultivaban antigua y estrecha amistad, le presaginba la próxima victo- ria de sus armas, pidiéndole al mismo tiempo le hi- ciera preparar an baño y un almuerzo para después del combate.

Garmendia, sin sospechar la nube que se le ven- dría encima —;lo cortés no quita lo valiente |—en- tregó la misiva á su gentil esposa Doña María Ele- ha Alurralde, advirtiéndole de paso que era nece- sario obsequiar debidamente á su ilustre amigo + compatriota,

Doía Elena leyó la earta y sonriendo con altivez * contestó Á su esposo: