ella por el más ágil jugador de pelota y el más esforzado tirador de barra.
Entró en el cuarto con marcial desenfado, y desde luego le saludaron alegremente por su nombre todos ó casi todos los oficiales subalternos que allí concurrían á jugar á los naipes y á beber licores; mas cuando se enteraron de que venia preso incomunicado, y cuál era la acusación que sobre él pesaba, mostraron todos sentimiento y algunos incredulidad.
El Chori respondió afable al saludo de los oficiales, y al ser entregado al comandante del reten, ni siquiera se dignó mirar á sus aprehensores.
Era tal la prisa que tenia el general Bernel en hacer un escarmiento, que á la media hora ya asistía el fiscal nombrado á tomar la primera declaración al preso.
Preguntado su nombre, edad, estado, etc., los dijo en regular castellano, si bien con el acento navarro.
Preguntado su oficio, ocupación ó empleo, dijo: que era arriero, y que se ocupaba en llevar vino desde Puente la Reina á Larrasoaña.
Preguntado si conocía á sus acusadores ó si sabia que le tuviesen odio ó mala voluntad, dijo: que los conocía por ser los que le habian traído preso y los más borrachos de toda la legión, pero que no le constaba que le tuviesen odio ni mala voluntad, á no ser que fuera cosa muy reciente por haberles ganado el dia antes una pipa moruna á cada uno.
Preguntado como les habia ganado las pipas, y lo que medió en esto, dijo: que él también habia perdido en la apuesta cerca de un cuarto de pipa, ó sea medio pipote, con lo cual las consideraba más que pagadas.
Mandado que ampliase su declaración en este punto, dijo: que él por medio pipote entendía la cuarta parte de una pipa, pero no de fumar, sino de beber: ó lo que es lo mismo, no de tabaco, sino de vino, y que entendía por pipa la mitad de una carga.
Mandado que aclarase, cómo habia ganado las dos pipas y perdido cerca de medio pipote, dijo: que aquellos dos soldados, de los cuales el uno decia ser turco y que no era sino amigo de las turcas, y el otro decia ser de Picardía, y el declarante cree que lo fuera, aunque no tiene noticia de que tal tierra haya, solían después de cada lista ir á su casa á visitar su vino. Que dichos soldados