MUL vista de Edimburgo. En este artículo se afirma que, desde Quevedo hasta Fernan Caballero, no ha habido un solo autor en España que merezca los honores de la crítica. Cita el revistero á Quintana y á Gallego y á otros tres ó cuatro autores, intermedios entre Quevedo y el nuevo novelista, pero los califica de medianísimos y de meros imitadores de la literatura extraña. behinigai alfanol role En Rusia hay un literato, si mal no recuerdo llamado Botkin, el cual ha escrito unas cartas sobre España, que son muy celebradas.
Botkin viajó por nuestro país y habla de nuestra literatura. A lo que parece tambien ha traducido en ruso algunos romances castellanos. Confieso que no he leido nada de esto, porque no sé el ruso; pero he conocido á Botkin, y puedo asegurar que ignoraba completamente hasta el nombre de nuestros más célebres autores contemporáneos, como Espronceda, Zorrilla, Duque de Rivas y Breton de los Herreros. Para él, como para el revistero de Edimburgo, acaba probablemente nuestra actividad intelectual en los chistes y retruécanos de Quevedo. polquio La suposicion de que en España no hay clase media, y de que la clase elevada es como si dijésemos una mala traduccion, un arreglo del francés, mueve por lo comun al viajero traspirenaico, que piensa escribir sus impresiones, á no tratar con amor y á no estudiar detenidamente sino la clase baja, donde solo imagina encontrar aun cierto cachet. El ejemplar más famoso de este linaje de escritores ha sido el extravagantísimo inglés Jorge Borrow, autor de La Biblia en España. Mucha parte de sus peregrinaciones la hizo montado en una burra y en compañía de jitanos, cuyas costumbres é idioma sabia tan á fondo, que ha escrito un libro especial sobre ellos, y asimismo ha traducido en el habla jitana El Evangelio de San Lucas. Vino Jorge Borrow á España por encargo de la sociedad bíblica, más que para evangelizarnos, para tomar el pulso á nuestra capacidad religiosa, y ver si estábamos ya dispuestos á hacernos buenos cristianos.ari pegles obot Las cosas que Jorje Borrow cuenta de nosotros en La Biblia en España, libro que ha hecho el encanto de la sociedad inglesa, suelen ser tan extraordinarias y están contadas de tan buena fe, que no puede creerse que las ha inventado, sino que las ha soñado y que él mismo las tenia por verdaderas. Cuando no es un sueño, hay en lo que refiere mucha verdad y poca malevolencia. Estuvo entre nosotros en 1838, y todas sus descripciones de la revolucion