A esta dinastía pertenecieron los Reyes Fernando VI, Carlos III, Carlos IV y su hijo Fernando VII, que subió al trono en Marzo de 1808, época en que empezó la gran epopeya de la famosa guerra de la Independencia, cuyo primer cuadro fué la célebre causa del Escorial en 1807, y los motines de Aranjuez y de Madrid en 1808, actos de carácter revolucionario, si bien provocados por sucesos vergonzosos, que casi siempre en la historia de todos los pueblos fueron origen de lamentables perturbaciones.
Mas si la monarquía española venia experimentando doloroso decrecimiento, especialmente desde el reinado de Felipe IV; si aun el cambio de dinastía no dio al país por de pronto más que una perturbadora guerra de sucesión y una pobreza tal como la que registran los anales del reinado de Felipe V, primer Rey de la casa de Borbon, la prudencia y economía del pacífico Fernando VI que imperó solos 12 años, alentó las esperanzas que hubiera realizado el gran monarca Carlos III, á no haberse mezclado en cuestiones exteriores, de las que poco ó ningún provecho debía sacar España.
Sin embargo, si respecto á las cuestiones exteriores, en los anales del reinado de Carlos III, aparecen errores, aunque hijos de estímulos generosos de engrandecimiento y gloria militar, no por eso menos deplorables; en lo tocante al gobierno interior del país hubo una provechosa iniciativa, favorable al verdadero progreso, debida á los distinguidos hombres políticos á quienes aquel soberano confió las riendas del Estado; los nombres ilustres de Aranda, Campomanes, Roda y Floridablanca, han pasado con gloria á la posteridad, y al leer la famosa instrucción reservada dirigida á la Junta de Estado, que se creó por Real decreto de 8 de Julio del año 1787, los hombres pensadores no podrán menos de encontrar en ella gérmenes de un progreso lento, pero seguro, que hubiera podido levantar á España á la altura de las naciones más adelantadas; mas habrán de preguntarse al mismo tiempo, ¿por qué quedaron infecundos tan plausibles é ilustrados propósitos?
Solo la fecha de la creación de esta junta, al mediar el año 1787, explica con harta claridad la causa. Carlos III dejó de existir en Diciembre de 1788; la amenazadora revolución de Francia, empezada en 1789, hizo detener por el pronto los útiles proyectos de los prudentes é ilustrados Ministros de este Monarca.
Por otra parte, cambiadas las condiciones políticas en 1789, á consecuencia del tránsito del reinado de Carlos III al de su hijo