refiero á observaciones de la infancia, en la antigua quinta paterna, situada á pocas cuadras del sitio que me ocupa.)
o recuerdo haber oido su canto ni en las Provincias del Interior ó del Norte, ni en las del Litoral (con excepcion, naturalmente, de Buenos Ayres), ni en el Chaco ó Misiones, ni en Patagonia ó en el Sur de la Provincia de Buenos Ayres.
Ese canto fuerte, que podría traducirse por las silabas chi-o-tchú-chú-chú, rápidamente emitidas y unidas, y que el animal deja oir á veces desde la entrada hasta la salida del sol (y áun de dia), parece aflautado-agargarado (discúlpeseme la palabra.)
Lo he vuelto á oir con placer, despues de muchos años, en las noches del último Verano, en el Jardin, y he visto algunas veces el animal revoloteando ó posado en algún palo del mismo.
Es muy posible que sea un Antrostomus, y tiene el tamaño del parvulus;—á no ser que sea el Heleothrephus anomalus (Gould). Dentro de poco, trataré de obtener uno para fijar la especie.
Este lindo pájaro suele verse posado en algún árbol, durante el Verano. En el antiguo jardin han sido cazados algunos que parecían empeñados en entrar á la pajarera donde estaban sus símiles.
Lo mismo que el anterior.
Como los dos anteriores. El Cardenal libre, en Buenos Ayres, es raro, y en general casi todos los que así se encuentran, son escapados. Me aseguran que un caballero soltó unos 200 en Palermo, hace algunos años, y los que no perecieron á manos de los muchachos, fueron entrampados por los vecinos. En el Verano pasado se