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XV
DE LA LENGUA ARAUCANA

hai en la frontera que sean capaces de enseñar el castellano a un niño indíjena?

Creo que las relaciones entre chilenos e indios serian mucho mejores i mas fructíferas si se comprendieran mejor unos a otros. ¿Cómo podemos esperar que millares de indios aprendan el castellano, si no hai casi ningun chileno que quiera aprender el araucano para servir despues de maestro? Por esto, el estudio del araucano tiene una importancia práctica para la República i vale la pena fomentarlo por todos los medios. Tambien la Iglesia, esa antigua profesora de tantos indíjenas, se descuida hoi. Se enseña todavía a rezar i un poco de catecismo, aprovechando la gramática de Febrés; pero no he oido de ningun indíjena que haya padres que sepan predicarles en araucano. Es verdad que a menudo caballeros chilenos me han dicho que don fulano o zutano maneja perfectamente el mapuche. Cuando yo me puse al habla con don fulano o zutano, resultó casi sin escepcion que sus conocimientos se limitaban a algunas palabras i frases corrientes. La esplicacion es obvia: ¿cómo puede un chileno que no conoce el araucano saber que otro lo habla, a no ser que se lo diga un indíjena que es el único juez competente? I, sin embargo, no es difícil encontrar profesores idóneos entre los araucanos, supuesto que el futuro alumno sepa guiar como pedagogo a su maestro.

Mis dos profesores, el cacique Juan Amasa de Collipulli i el viejo Domingo Quintuprai de Osorno, han correspondido a todo lo que se les podia exijir. Por supuesto que no se debe preguntar a hombres sin instruccion filolójica, cómo se conjugan los verbos, ni cómo se dice «porque» o «sino». Preguntas por palabras o formas aisladas que no significan materias, son otros tantos disparates. El único medio es pedir los nombres de