Página:Rubén Darío.djvu/14

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
264
EDICIONES SELECTAS AMERICA

premiosa superoficialidad de nuestra vida nos impide ver que andamos entre prodigios, como éste de codearnos con seres que tienen el don divino de crear espíritus inmortales. La obra de arte que sobrevive a su autor y sigue con ello despertando interés, simpatía, emociones; engendrando obras análogas, suscitando vida en una palabra, es, sin duda, un ser viviente. Y cuando se incorpora al ser de una raza modificando su orientación, resulta espíritu inmortal.

Pero, qué importa de positivo y general, dirá tal vez alguno, esa transformación de la poesía? Nada menos, señores, que una etapa de la civilización.

Sabemos ya por la ciencia del lenguaje y por la historia, que la evolución de los idiomas se inicia con la poesía. Así, cuando cambia la expresión poética, es que empieza a modificarse la orientación espiritual. Y esto reviste una importancia tan grande, porque la civilización no es otra cosa que el conjunto de ciertas invenciones, comunicaciones y convenios cuya expresión irreemplazable es la palabra. Falte la palabra, y todo aquello ya no existe. No hay cómo comunicarlo ni concertarlo. El hombre ha desaparecido como ser social. Por esto la palabra es el distintivo de su superioridad entre los seres. Poseer un idioma bien organizado, es, pues, para los pueblos la cosa más importante que existe; y tener poetas que lo vivifiquen y organicen progresivamente, constituye un fenómeno de la más alta civilización.

Para mayor grandeza de Rubén Darío, la expansión del castellano en las Américas predestinábalo a