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universitario" sea un remedio. La reforma en general de los planes de enseñanza y otras cosas se deben imponer para que el mal desaparezca.


Las industrias de Atenas, por Leopoldo Lugones Biblioteca Atlándida. Buenos Aires, 1919.

Forman este nuevo libro del eminente polígrafo argentino varias conferencias pronunciadas en la Universidad de Tucumán el año 1915. Un breve prólogo precede a los cuatro capítulos, que se intitulan, respectivamente: El trabajo ateniense, La cerámica, Las flautas y La miel.

Particularmente interesante resulta el primero, que comenta en forma magistral la vida griega. En efecto, creemos con Lugones que ese comentario reviste una grande importancia, al elevar la dignidad y poner la inteligencia en contacto con los fundamentos de nuestra civilización.

Por este notable comentario, y por los que le siguen en el libro, deliberadamente hechos acerca de elementos pertenecientes a los tres reinos de la Naturaleza, Las industrias de Atenas merece leerse, pues, además de ser un libro hermoso, es un libro útil que prueba cómo la civilización ática goza de una imperecedera actualidad y cómo se puede hablar siempre con provecho y con simpatía de ella.


El halconero astral. Poesías, por Emilio Oribe. Montevideo, 1919.

Es este el cuarto libro del joven poeta uruguayo, y, si no puede considerársele todavía como definitivo, puede afirmarse, en cambio, por algunas de sus poesías, que Oribe no tardará mucho en darlo.

El halconero astral es un libro de juventud, lleno de preocupaciones sanas y nobles y no exento de emoción.

Los Motivos de estudiante y los sonetos de La energía virginal son de las mejores páginas. Si el espacio no nos acosara, indicaríamos algunas otras, por cierto, muy dignas de mención.


El camino de la Primavera, por Enrique Rodríguez Fabregat, Montevideo, 1919.

Suponemos que este es un libro inicial, por eso, sin reticencias, decimos que es excelente. Si, como siempre, juzgamos el libro por lo que tiene de bueno, merece especial mención: El elogio de Herrera y Reissig y muchas de las poesías de Los símbolos, Por la senda fragante y Más allá. No se puede decir todas.