304 M. DE LA ROCHEFOUCAULD
Ocurre con frecuencia que la idea que triunfa entre los hombres es una locura; mas después del triunfo, el buen sentido obra en cada uno insensiblemente, la orga- niza, la hace viable y la locura y la utopía llegan a ser una institución que perdura muchos siglos. Esto se ha visto y acaso se vea aún.
Xx
Al avanzar la vida, a los pensamientos de la mayor parte de los hombres les ocurre lo que a sus cuerpos; que se convierten en cenizas. Cualquiera que sea la diversidad de los puntos de partida, los talentos capaces de madurar llegan más de lo que se cree a los mismos resultados. Mas los papeles siguen representándose, permanecen las apa- riencias, y el secreto se guarda con reserva.
XI
A veces me parece que en el fondo de equidad de la naturaleza inexorable, cada hombre, a pesar de la des- igualdad aparente de los lotes, obtiene su parte equiva- lente de dicha y de desgracia, y que cada alma recibe todos los mimos de que es capaz,
xil
Cuando nos damos cuenta de que no hemos caminado por el sendero de la vida guiados por una cualidad o por una virtud, el momento es terrible.
Pero, ¡cuidado! la ira que resulta, si se prolonga, vale tanto como el mal que la produce.
xitl
En un sentido profundo, la palabra inocencia, que quie- re decir literalmente no hacer mal, significa que no se conoce. Conocer el mal, si no estamos alerta, es hacerle.