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RETRATOS DE MUJERES 69

da y cuya razón se alteró por tanta desgracia. Primero fué a Filadelfia y luego a la Martinica, en donde se puso al frente de las posesiones que allí tenian con una prudencia y una discreción muy superiores a su poca edad. Huérfana y rica heredera, a pesar de las confiscaciones de Europa, volvió a Inglaterra, donde se casó con el duque de Duras. Los recuerdos de esta emigración, de su estancia en Ingla- terra, de la muerte del rey, componían el fondo del cuadro en que sobresale su figura. Se complacía en recordarlos y en describirlos. Chateaubriand, en sus Memorias inédi- tas, después de hacer una pintura acabada de este período de emigración a Inglaterra y de las personas que encontró allí, añade: “Pero, ciertamente, en esta época la señora duquesa de Duras recién casada, estaba en Londres; yo no la conocí sino diez años más tarde. ¡Cuántas veces se pasa por el camino de la vida, al lado de lo que sería nues- tro encanto, como el navegante atraviesa las aguas de una tierra predilecta de Dios, dejándola atrás cuando pudo llegar a ella en un día de vela!” 1

De regreso de Francia en la época del Concordato y trayendo como único desvelo y objeto de su ternura a sus dos hijas, vivió aislada bajo el Imperio, sin aparecer nunca en la Corte, la mayor parte del tiempo en su castillo de Touraine ?, dedicada por completo a la educación de sus niñas, a las obras de caridad para todos aquellos que la rodeaban, y a la vida del hogar. Tan sencilla era, que parece probable pudiese permanecer ignorada. Tenía el don especial de saber adaptarse a cada persona y a todas las cosas, y esto con naturalidad, sin esfuerzo y sin cálculo. Era humilde con los humildes, poco ingeniosa con los insignificantes en mentalidad, no por desdén, sino porque no se le ocurría otra cosa. Contaba que, siendo joven,

1 Durante esta estancia en Inglaterra, la joven duquesa de Duras, ¿no tuvo que vencer ciertas prevenciones de los nobles emigrados que dudaban de su origen? ¿No debió sentir la impresión de no encontrarse en su puesto, ese desacuerdo, que bajo diferentes formas parece haberla preocupado mucho, y que más tarde tradujo en uno de sus interesantes escritos en otro género de desigualdades?

2 El castillo de Ussé en el Lojra,