ESQUEMA SEXUAL 225
con su cuerpo con 300 azotes. Después son arrojadas de la co- munidad.
Pero la prostitución no desaparece, sino que aumenta a es- condidas, más aún bajo el reinado de los monarcas merovingios y carlovingios.
Carlomagno se preocupa de reglamentar las costumbres se- xuales. Su edicto 805 castiga la prostitución, pero ésta aumen- ta clandestinamente.
En 1254, Luis IX expide una orden desterrando de las ciu- dades a las mujeres públicas. Pero su mandato cae pronto y las cortesanas son autorizadas oficialmente para “ejercer su profesión” en casas campestres y tabernas de los barrios ba- jos.
En el siglo XIV las leyes de Tolosa reglamentan las cos- tumbres sexuales, El fenómeno sigue desarrollándose a través de la Edad Media. En 1510, Pablo II ordena proteger a las prostitutas contra las violencias de los hombres.
El papa Clemente VII obliga a las prostitutas, por medio de una ordenanza, a entregar la mitad de sus ganancias a la Iglesia. Esta sostiene, apoya a las casas de prostitución, y du- rante la Edad Media, la mayor parte de los conventos son ver- daderos burdeles.
En la ciudad de Avignon, bajo el patronato de la reina Jua- na de Nápoles, había un burdel que se regía por las mismas re- glas que se observaban en los monasterios. ““Sólo los buenos cristianos —dice Briffault—, eran admitidos en él”. El con- fesonario fué siempre y es ahora es medio poderoso de co- rrupción.
A fines del siglo XV había en París 6.000 raujeres públicas, de todas las clases económicas. Durante el reinado de Luis XV alcanza el fenómeno su esplendor.
La prostitución del siglo XVIII fué admirablemente descri ta por Balzac. Desde entonces la prostitución se ha desarro- llado en Francia. Actualmente hay en París 35.000 inscritas en los Registros de la Policía, fuera de las clandestinas.
Durante el zarismo era inmensa la prostitución en Rusia. El soviet ha logrado hacerla desaparecer casi totalmente. Esta conquista maravillosa, se debe al triunfo de la nueva moral sexual en el territorio soviético y, sobre todo, al hecho de que en éste es una realidad la emancipación económica de la mu-
