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ESQUEMA SEXUAL 63

porque las glándulas sexuales penetran ccn sus raíces en todo el cuerpo.

Ls gonadas cbligan al organismo todo a servir a los inte- rescs de la especie. Las hormonas sexuales, al llegar por me- dio de la sangre a todos los rinccnes del cuerpo, establecen en el individuo la “dictadura del sexo, necesaria para conservar la vida. Al llegar al cercbro, “administración central del cr- ganismo”', las hormonzs lo erotizan. Así es como el cerebro comprende el cosmos a través del sexo.

El sistema nervioso femenino “erotizado”, es la fuente de les sentimientos sexuales, de las emociones más finas, del “al- ma” de toda la mujer. Las hormonas son las mágicas creado- ras del “eterno femenino”.

Cree Eapinski que hay en la corteza cerebral un centro se- xual, que pertenecería a la elevada categoría de los centros superiores. ¡ 104

Refiriéndose a las secreciones internas de las glándulas se- xuales, puede dividirse a la humanidad en dos tipcs, no abso- lutos, ya que entre ellos hay una infinita gama de matices.

Se caracterizan los primeros, por la secreción sexual bien desarrollada. Las personas de este tipo son '“masculinas” o “femeninas”: fuertes, sanas, de sexualidad normal.

Poscen las segundas, insuficiencia congénita en el desarrollo de las glándulas sexuales. Faltan hcrmonas. El individuo es débil y sus caracteres no están bien definidos.

El poder de la secreción sexual es inmenso. Por ella el cuerpo joven, sano, sicnte “alegría de vivir””. El período crea- dor de hombre lleva el sello de la fuerza sexual. Las pro- ducciones más altas del genio humano, ccrresponden a la épo- ca de mayor energía genital.

El maestro Gregorio Marañón llama intersexualidades crí- ticas al climaterio y la pubertad.

“Las intersexualidades críticas —dice— se ofrecen bajo el siguiente esquema desconcertante: En la pubertad, la tenden- cia inversiva se verifica casi siempre en muchachos varones, que, por tanto, tienden a adquirir la morfclogía femenina. El caso inverso, al de una muchacha que propende al virilismo, es excepcional. En cambio, en la crisis climatórica, ocurre exac- tamente lo contrario: casi sin excepción, se trata de mujeres que adquieren una apariencia viriloide, siendo muy raro que