Por las razones que espresa, hace renuncia de su cargo de diputado.
Cuando el crecido número de cuatrocientos cinco ▼vecinos nobles sufragaron por mí para que representase sus derechos, defendiese sus personas i bienes, i los libertase de las pesadas contribuciones, meditando medios económicos para su diminución;
Cuando este ilustre ▼cabildo nos estendió los poderes a nombre del pueblo, con amplia facultad, a fin de llenar sus deseos i nuestros deberes;
Cuando, por último, el dia 4 del que rije juré cumplir con el cargo de representante para que fui nombrado, me propuse dedicarme con toda eficacia, a fin de llenar tan importante comision; así daré a US. idea de lo que se ha tratado, i mis dictámenes, para que pueda juzgar mi conducta.
En el dia 5 fué la primera sesión: se propuso el tiempo que debia durar el presidente del ▼Congreso; se discutió fuertemente, sosteniendo yo que durase ocho dias por ser cargo honorífico, i debia mudarse entre todos; la parte opuesta quería un mes al ménos; de la discusión resultó se votase, i de esto quedó señalado el término de quince dias.
En la sesión del dia 6, se disputó si los secretarios serian dos o uno, se decidió por dos; se continuó tratando si serian de los vocales del Congreso o de fuera, si con renta o sin ella, creyendo ser útil i propio sean del cuerpo, como lo han hecho en la junta central i otras, opiné así; se votó i se decidió podían ser dentro o fuera.
Continuó el dia 8 la discusión sobre la renta. Cuando oí renta se me representaron todos mis sufrajios, i el ilustre ayuntamiento; me parecía que todos me decian: ¿Te hemos nombrado acaso para que consumas la real hacienda en rentas inútiles, i en seguida nos carguen de pechos? Arrebatado de esta imajinacion i de la dulce voz patria, me ofrecí a servir de secretario sin ínteres, i a mas, si fuere preciso alguna ayuda, la pagaría de mi peculio; a esta oferta siguieron los señores Gandarillas, Salas i otros; se votó i salió se pusiese sueldo; protesté, pedí certificado i hasta hoi no se me ha dado.
En el dia 11 se trató poner cuatro compañías para custodia de la ciudad por denuncio que le dieron al señor presidente; hablé sobre lo común que eran éstos, que en mi alcaidía eran repetidos, que no debíamos hacer juicio de ellos, solo sí inquirir su oríjen i castigar a su autor. No bastó esto ni otras reflexiones que hice para impedir ponerla; se votó i resultó la afirmativa.
Yo no puedo mirar sin dolor estas determinaciones, sin atender a la escasez de la real hacienda i lo espuestos que estamos a una bancarrota; si ésta se verifica ¿quién sufre su reposición? ¿Serán acaso los que han opinado así? No; todos mis sufrajios i el reino entero serán los que sufran las nuevas cargas. Reflexionando que por momentos acrece mi opinion, i que nada sacaré provechoso para el lleno de mis deberes, me parece de necesidad volverla a manos de US. para que, como cabeza del pueblo, la admita, noticiándolo de los fundamentos que me impelen a ello, i de la necesidad de elejir otro, que con mas vigor i luces, sostenga tan árduo cargo.