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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XIX (1830-1832).djvu/498

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492 CÁMARA DE SENADORES

mas de veinticinco personas de distincion que se hallaban en la ventana i patio de su casa; i sin embargo, procedió hasta la ejecucion asesorándose con el mismo, sin atender posteriormente a la otra acusacion que se le hizo al dia siguiente.

En concepto de este ex-Presidente, fué graduada por debilidad la apelacion que anteriormente habia concedido su antecesor don Francisco Pinto en la causa anterior en la que habia sido su mismo hijo defensor, i por esto se espresó de que él no habia de volver con mancha el bastón que la Nación le habia entregado. Sin duda que calculó que seria una falta de enerjía en su gobierno el dar oido a la Corte Suprema dejando sin ejecución aquella muerte que tenia proyectada, i por ello es de que se hizo sordo a tantos convencimientos como se le hicieron, demostrados con razón sin réplica, con el articulo de la Constitucion a la vista i apoyado por su mismo hijo don Pedro, demasiadamente impuesto en el particular por la igual causa que habia defendido, seguido con los mismos trámites, i conseguido su revocación. Por no estenderme demasiado, omito reclamar la atencion de la Sala sobre la gravedad del desprecio hecho a la Corte Suprema i Marcial por hallarse constantes sus exhortos en el proceso i únicamente espondré por conclusion: de que si a veces prevalece la fuerza contra la justicia, llega también el tiempo en que tenga lugar el sagrado imperio de la lei; i si ésta condena a todo asesino a la satisfaccion de la vindicta pública i a la de los perjuicios de la parte agraviada, debe el ex-Presidente don Francisco Ramon Vicuña ser condenado por los incalculables perjuicios que me ha ocasionado a entregarme para mi subsistencia i la de mi hijo una cantidad cuyos intereses legales me proporcionen el mismo sueldo que gozaba mi finado esposo.

Soberano Señcr. —Margarita Fernández.

Núm. 601

Señores:

El que fué Presidente de la Comision que formó la Constitucion del año de 1828, i tuvo el honor que se aprobase por el Congreso Constituyente, i por todos los pueblos de la Nacion con un entusiasmo sin igual; por cuya estabilidad se ha derramado mucha sangre injustamente, sin mas méritos que por una ambigüedad de un artículo de ella, es el que hoi, poseído de un noble orgullo, se presenta ante el tribunal que señaló aquel código sagrado para juzgar los abusos cometidos, i los culmenes de aquellos a quienes fió este inestimable depósito. Yo, Señor, tengo el honor de ser el primero acusado por infractor de las garantías judiciales; i prescindiendo de la justicia o injusticia con que se me acrimina, me rebosa el júbilo de ver abierta la puerta benéfica cerrada hasta hoi a los pueblos, para que entren al templo de la libertad i se acostumbren a ver un espectáculo tan nuevo que solo se conocía en teoría, consignada en los papeles i en la volubilidad de las palabras: así se habrían calificado de justas o injustas tantas ejecuciones, destierros, asesinatos, prisiones, exacciones, persecuciones en el honor, en la propiedad i tantos crímenes cometidos a la sombra de la impunidad. Ojalá, repito, se hubiese llamado a un juicio severo a tantos que han aflijido a la Nacion con el despotismo, a tantos que han enriquecido con sus despojos, a tantos... pero callemos, que ya hemos visto erijuse en sistema ese reprobado modo de proceder, i hasta el estremo de notar de débil e inepto al funcionario que, poseído de los verdaderos principios en que debe fundarse el órden legal en una República rejida por la verdadera libeitad e igualdad civil, ha querido mas bien caer bajo el peso de las pasiones que constituirse un tiasgresor de la lei que la Nacion puso en sus manos. Pero, Señores, ese placer, hijo de mi patriotismo, es de la magnitud de mi sentimiento, viendo que en la presente escena el espíritu de acriminacion disfruta de una absoluta libertad, cuando un ex-Presidente de la República no la tiene para contrastarlo como es debido. Ya no existen los Catones, los Cincinatos i los Titos. Compelido, pues, del deber de defenderse va a hacerlo del mejor modo que pueda.

Sin embargo de haber dado al público un papel titulado 1.Defensa i vindicación del ex-Presidente de la República don Francisco Ramon Vicuña en la acusacion que se le ha hecho por la ejecucion del teniente reformado don Pedro Rojas etc.," es de necesidad repetir hoi la misma con mas estension; advirtiendo que en aquella, por no tener los antecedentes a la vista, se indicaron lijeramente todos los puntos de su defensa.

Doña Margarita Fernández (viuda del ejecutado) en Julio de 831 presentó un memorial a la Cámara de Diputados, corriente a fojas 18 i 20. En él acrimina al ex-Presidente, dibujando con los mas negros colores la catástrofe de la ejecucion de su esposo; ya tratándole de asesino, ya de tirano, ya de infractor de las leyes i de la Constitucion, ya de Tántalo que se complace en la sangre humana, ya en fin de un Nerón, un Calígula etc., etc. Pinturas verdaderamente cómicas, en que a la par de los insultos, mentiras, calumnias i detracciones que su mismo patrocinante ha trasladado al folleto titulado "El Celador," prodiga honores a su héroe, cuya conducta jamás fué tocada con la mancha del delito.

En fin, el desenlace de tan sangrienta trajedia, fué pedir una gracia a la Cámara de Diputados de cincuenta pesos mensuales en calidad de montepío, por el sacrificio que hizo en favor de la libertad que hoi se goza. Este pedimento pasó a la Comision respectiva en 20 de Julio de 831, quien no la informó; sin duda se le diria la repi